El pie de atleta es una infección micótica en los pies, que puede ser provocada por distintos tipos de hongos cutáneos.
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Los síntomas del pie de atleta incluyen comezón persistente y ardorosa, que a menudo comienza entre los dedos. La piel de los pies puede verse húmeda, suave, roja, agrietada o pelada; también pueden aparecer en los pies zonas de piel muerta. Se presenta además un olor fuerte o peculiar y a veces aparecen también pequeñas ampollas.
Es posible adquirir en la farmacia medicamentos para tratar el pie de atleta, en forma de cremas, talcos y lociones. Entre los agentes activos que se utilizan están el clotrimazole (Lotrimin®), el miconazole (Micatin®), la terbinafine (Lamisil®), el undecylenic acid (Desenex®) y el tolnaftate (Tinactin®, Aftate®).
Entre los medicamentos tópicos de venta con receta que se utilizan para tratar este problema están el econazole (Spectazole®), el ketoconazole (Nizoral®) y el ciclopirox (Loprox®).
Durante el día pueden usarse talcos para absorber la humedad en el interior de los calcetines y los zapatos.
Para prevenir y curar el pie de atleta es muy importante mantener secos los pies. Después de tomar un baño o una ducha, es conveniente secárselos con cuidado o utilizar una secadora de pelo.
La gente con pie de atleta debe cambiarse los calcetines todos los días, para evitar que los hongos vuelvan a presentarse.
La luz ultravioleta puede evitar que los hongos se extiendan. De ser posible, las personas con pie de atleta deben exponer el área afectada a la luz solar durante unos minutos todos los días.
Aceite del árbol del té: El aceite del árbol del té se ha usado tradicionalmente en el tratamiento del pie de atleta. Una investigación encontró que la aplicación de una crema de aceite del árbol del té redujo los síntomas del pie de atleta con la misma efectividad que los medicamentos y mucho mejor que en el grupo con placebo, aunque no eliminó el hongo.
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