La fiebre del heno es un padecimiento alérgico causado por una respuesta del sistema inmunológico a sustancias inhalables (con frecuencia polen).
[2 stars] | Extractos de Timo |
[2 stars] | Probióticos |
[2 stars] | Vitamina E |
[1 star] | Ortiga |
[1 star] | Quercetina |
[1 star] | Tylophora |
[1 star] | Vitamina C |
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Los alergenos inhalados provocan episodios de estornudos e inflamación de la nariz y la membrana mucosa de los ojos (conjuntiva). La nariz, el paladar, los ojos y la garganta comienzan a dar comezón gradual o abruptamente después del inicio de la temporada de polen. El lagrimeo, los estornudos y un escurrimiento nasal acuoso y transparente se presentan poco después de la comezón. También puede presentarse dolor de cabeza e irritabilidad.
Los descongestivos nasales tópicos como oxymetazoline (Afrin®) y phenylephrine (NeoSynephrine®) pueden proporcionar alivio para la congestión nasal, pero sólo deben usarse por unos días. El descongestivo oral pseudoephedrine (Sudafed®) puede aliviar la congestión nasal, mientras que los antihistamínicos como diphenhydramine (Benadryl®), brompheniramine (Dimetapp®), chlorpheniramine (Chlor-Trimeton®) y loratadine (Claritin®) pueden ayudar a secar el exceso de moco y reducir los estornudos. El cromolyn sodium (Nasalcrom®) se usa como aerosol nasal para prevenir los síntomas de la fiebre del heno.
Los antihistamínicos de venta con receta con frecuencia se prescriben para aliviar los síntomas de este padecimiento. Entre ellos están cetirizine (Zyrtec®), desloratidine (Clarinex®) y fexofenadine (Allegra®). Los corticoesteroides inhalados, como flunisolide (Nasalide®), triamcinolone (Nasacort®), fluticasone (Flonase®) y mometasone (Nasonex®), también pueden recetarse para tratar y prevenir los síntomas nasales.
Irrigación nasal: Verter agua de sal tibia o solución salina por la nariz puede aliviar en parte la irritación asociada con la rinitis. Puede usarse un recipiente especial llamado “neti lota” para administrar la solución. Llene el recipiente con agua tibia salada, incline la cabeza hacia un lado (sobre un lavabo) y vierta la solución en la fosa nasal superior, permitiendo que drene hacia la inferior. También puede inhalarse suavemente un poco de líquido hacia la parte posterior de la garganta y escupirlo. Cuando termine, suénese la nariz con suavidad para eliminar el exceso de agua que haya quedado. Repetir en el otro lado. Este procedimiento se puede repetir varias veces al día.
Extracto de timo: La administración oral de extracto de timo, o Thymomodulin®, ha demostrado, en estudios preliminares y estudios clínicos doble ciego, mejorar los síntomas y el curso de la fiebre del heno y la rinitis alérgica. Se cree que esta mejoría clínica es resultado de una restauración en el control adecuado del sistema inmunológico.
Advertencia: La efedra sólo debe tomarse bajo supervisión médica. La efedra no se vende en algunos países.
Efedra (Ephedra sinica, o ma huang): Cápsulas de efedra que proporcionen 20 mg de efedrina al día.
Ortiga (Urtica dioica) (La hoja): 450 mg de liofilizado de la hoja en cápsulas o comprimidos dos o tres veces al día, o de 2 a 4 ml de tintura tres veces al día.
Tylophora (Tylophora indica, T. asthmatica): De 200 a 400 mg de hierba seca al día, o de 1 a 2 ml de tintura al día, durante un máximo de 14 días.
Evitar los alergenos alimentarios: Las personas con este padecimiento tienen probabilidades de sufrir alergias a los alimentos. Se tienen informes de que una dieta hipoalergénica fue de utilidad en pacientes con asma y rinitis alérgica, pero el efecto de esa dieta sobre los síntomas de la fiebre del heno todavía no se ha estudiado. Las personas con fiebre del heno que quieran explorar los posibles efectos de una dieta sin alergenos deben consultar a un médico. Descubrir y eliminar los alergenos en la dieta puede mejorar la salud en general, incluso si esto no tuviera ningún efecto sobre los síntomas de la fiebre del heno.
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