La hierba dulce es una planta originaria de las selvas de Brasil y Paraguay. En la actualidad, crece en esas regiones y en Japón, Corea, Tailandia y China. Se usa principalmente como edulcorante dietético para alimentos y bebidas, especialmente porque no parece aportar calorías ni modificar los niveles de azúcar en sangre, como hacen la mayoría de los edulcorantes naturales (como el azúcar o la miel). Las hojas se usan en preparaciones medicinales.
Varios glicósidos, en particular la esteviósida, proporcionan a esta hierba su sabor dulce. La esteviósida es de 100 a 200 veces más dulce que el azúcar. Los primeros informes indicaban que podía reducir los niveles de azúcar en sangre, pero esto no se ha confirmado en todos los reportes. Incluso si no tuviera un efecto directo para reducir los niveles de azúcar en sangre, su uso como edulcorante podría reducir el consumo de azúcar en pacientes con niveles elevados de azúcar en sangre (como los diabéticos). Otros estudios demuestran que la hierba dulce dilata los vasos sanguíneos en los animales, lo que podría reducir la presión arterial. Las cantidades usadas en esos estudios fueron mayores que las que se usan como edulcorante y este efecto no se ha demostrado en humanos.
Se puede usar menos de 1 gramo (1/4 de cucharadita) al día como edulcorante. Generalmente, se añade la hierba molida directamente al té o a los alimentos.
Los estudios realizados en animales y en el hombre demuestran que la hierba dulce no produce efectos adversos importantes.
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