El cáncer de colon es la aparición de un tumor maligno en el colon. Se caracteriza por la reproducción descontrolada de células
que dan origen a tumores, con la posibilidad de que algunas de ellas se diseminen a otros sitios (metástasis).
Datos científicos fiables y relativamente consistentes que le muestran un benificio considerable a la salud.
Estudios contradictorios, insuficientes o preliminarios que meramente le sugieren o que le benifician poco a la salud.
Para el uso de hierbas con entre muy poca hasta ninguna aprobación científica, pero apoyado por uso tradicional.
Síntomas
Los síntomas iniciales del cáncer de colon dependen de la ubicación del tumor. El cáncer en la porción del colon cercana al lado izquierdo del cuerpo y las áreas cercanas al recto es la causa más común de un cambio en los hábitos de evacuación y en la consistencia de las deposiciones. El cáncer en esta parte del colon también puede provocar dolor de tipo cólico, que empeora al comer. Otros síntomas característicos del cáncer en esta zona son la aparición de sangre en las deposiciones y la obstrucción intestinal. En las etapas más avanzadas de la enfermedad, la evacuación se vuelve dolorosa e ineficiente. Cuando el cáncer de colon se localiza hacia el lado derecho del cuerpo, puede provocar dolor abdominal generalizado y la aparición de sangre rojo ladrillo en las deposiciones. Se asocia a menudo con anemia por deficiencia de hierro, especialmente cuando no se identifica ninguna otra causa. Cuando los tumores están cerca del recto causan un dolor continuo y las deposiciones aparecen manchadas de sangre de color rojo brillante.
Otras terapias
Algunas formas de cáncer de colon se han tratado con éxito con fluorouracilo o 5-FU (Adrucil®) seguido de levamisol (Ergamisol®).
En ocasiones, el fluorouracilo también se combina con ácido folínico (Leucovorin®).
El tratamiento primario para el cáncer de colon es la extirpación quirúrgica de los tumores. El procedimiento dependerá
de la ubicación e invasividad del tumor. A veces se utiliza radiación y quimioterapia con la cirugía,
en particular para el cáncer rectal.
Sugerencias para una vida saludable
Ejercicio: La mayor parte de los estudios mostraron que las personas que hacen ejercicio
tienen un menor riesgo de padecer de cáncer de colon.
Obesidad: Varios estudios sugieren que la obesidad en los
hombres aumenta significativamente el riesgo de padecer cáncer de colon o recto,
aunque algunos científicos creen que la obesidad es sólo la consecuencia de otros factores de riesgo, como una dieta rica en grasas o la falta de ejercicio. Aunque la relación entre la
obesidad y el riesgo de padecer cáncer de colon en mujeres obesas es menos clara, algunos investigadores
han encontrado que el riesgo se incrementa tanto en hombres como en mujeres obesos.
Fumar: Se ha encontrado que tanto en hombres como en mujeres, el antecedente de tabaquismo
aumenta de manera importante el riesgo de padecer cáncer de colon. Evitar el tabaco es un paso importante en la prevención del cáncer de colon.
Suplementos útiles
Ácido fólico: Algunos estudios preliminares, aunque no
todos, sugieren que un suplemento de ácido fólico puede reducir el riesgo de padecer cáncer de colon. El beneficio parece ser mayor
en las personas que beben alcohol que en quienes no beben. Los pacientes con cáncer que estén recibiendo
quimioterapia con methotrexate no deben tomar suplementos de ácido fólico si no se los prescribe su oncólogo.
Melatonina: Se ha encontrado que los pacientes con cáncer de
colon avanzado que no respondieron a la quimioterapia o que han recaído después de recibir
quimioterapia se benefician con una dosis diaria de 40 mg de melatonina (tomada por las noches). Nueve de veinticinco pacientes que recibieron
melatonina además de interleucina-2 sobrevivieron un año, en comparación con sólo tres de
veinticinco pacientes que recibieron nada más interleucina-2, una diferencia estadísticamente significativa. La ingestión de una dosis tan alta de melatonina sólo debe
realizarse bajo supervisión médica.
Selenio: En un estudio doble ciego, 1,312
estadounidenses con antecedentes de cáncer de piel se trataron con 200 µg diarios de selenio
derivado de levadura o un placebo durante cuatro años y medio, y luego durante dos años adicionales. Aunque no se presentó una disminución en el cáncer de piel, sí se observó una
reducción importante del 50% en las muertes generales causadas por cáncer y una reducción del
37% en la incidencia total de cáncer. Los pacientes que recibieron selenio presentaron una disminución
de 58%, estadísticamente significativa, en la aparición de cáncer de colon y recto.
Ajo (Allium sativum) y Cebolla (Allium
cepa): Estas dos plantas pertenecen al grupo conocido como Allium. Otras plantas comestibles
del mismo grupo incluyen al poro y al cebollín. Varios estudios preliminares han descubierto que las personas que consumen más vegetales del género
Allium parecen presentar un menor riesgo de sufrir de cáncer de colon y de pólipos de colon precancerosos.
Té verde (Camellia sinensis): Varios estudios
preliminares han mostrado que existe una asociación entre beber té verde y una reducción en el riesgo de
padecer cáncer de colon; sin embargo, las pruebas son poco uniformes.
Una dieta más sana puede manejar mejor los síntomas de muchas enfermedades y encima aumentar la calidad de la vida en general. Con respecto a esta condición, los científicos han comprobado que comer más sano puede aliviar sus síntomas.
Alcohol: La mayoría de los informes preliminares, aunque no todos, han encontrado que existe
una asociación entre el consumo del alcohol y el cáncer de colon. Hay evidencias de que el ácido fólico,
una vitamina B, puede proteger contra algunos de los efectos del alcohol que provocan el cáncer de colon.
Fibra: Muchos estudios han demostrado que las personas que
consumen dietas altas en fibra tienen un riesgo menor de padecer cáncer de colon. Sin embargo, investigaciones más recientes han arrojado
dudas acerca de si la fibra realmente protege en contra del cáncer de colon, sugiriendo que el
consumo de carne y otros productos animales pudiera ser el principal responsable.
Tomates: Los tomates contienen licopeno, un antioxidante
con una estructura similar al beta-caroteno. Estudios preliminares han
mostrado que consumir más tomates o tener niveles más elevados de licopeno en sangre se asocia con un
riesgo menor de padecer cáncer de colon.
Vegetales crucíferos: La col, la col de Bruselas y la coliflor pertenecen a la familia de vegetales
Brassica, también conocidos como "crucíferas". En pruebas de
laboratorio y estudios en animales, estos alimentos han mostrado actividad anticancerígena. En estudios preliminares en humanos que
consumen teste tipo de vegetales, se ha informado de un riesgo menor que el promedio de padecer cáncer de colon.
Carne y manera de cocinarla: La mayoría, aunque no todos los estudios, han encontrado que
quienes consumen carne se encuentran en un más alto riesgo de sufrir de cáncer de colon. La asociación entre el cáncer y el consumo de la carne depende en parte de cómo se cocina.
La carne bien cocida contiene más químicos cancerígenos que la que se cocina poco. Los estudios preliminares
mostraron que las personas que comen carne bien cocida, frita o muy dorada se encuentran en mayor riesgo de padecer cáncer de colon. Sin
embargo, no todos los estudios han encontrado la misma relación.
Café: Estudios preliminares indican que el consumo del café se asocia con una reducción en el
riesgo de cáncer de colon. Sin embargo, dado que estos estudios tienen posibles fallas, esta
relación sigue sin probarse.
Grasa en la dieta: El consumo elevado de grasa en la dieta se ha considerado desde hace mucho como un
factor importante que contribuye a aumentar el riesgo de cáncer de colon. Sin embargo, las investigaciones en esa área no son concluyentes. Una revisión de las investigaciones
mostró que la relación más relevante entre la dieta y el cáncer de colon está en el consumo de carne,
pero no necesariamente en el contenido de grasa de la misma. Véase en este mismo artículo el apartado sobre la carne y cómo se cocina.
Sal: En algunos estudios preliminares, aunque no en todos, se ha encontrado
una relación entre un consumo elevado de sal y un incremento en el riesgo de cáncer de colon y recto.
Azúcar: Los estudios preliminares han informado de una relación entre un consumo
elevado de azúcar o de alimentos que la contienen y un mayor riesgo de cáncer de colon.
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