El cáncer de pulmón es la aparición de un tumor maligno en el pulmón. Se caracteriza por la reproducción descontrolada de células que dan origen a
tumores, con la posibilidad de que algunas de ellas se diseminen a otros sitios (metástasis).
Datos científicos fiables y relativamente consistentes que le muestran un benificio considerable a la salud.
Estudios contradictorios, insuficientes o preliminarios que meramente le sugieren o que le benifician poco a la salud.
Para el uso de hierbas con entre muy poca hasta ninguna aprobación científica, pero apoyado por uso tradicional.
Síntomas
En sus primeras etapas, el cáncer de pulmón por lo general es asintomático. Por ello, generalmente no se diagnostica hasta que la enfermedad está bastante avanzada. Cuando se realiza el diagnóstico, los síntomas más comunes se parecen a los de otras enfermedades respiratorias: tos, esputo con sangre, respiración sibilante y falta de aire. El cáncer de pulmón se diagnostica algunas veces cuando se toman radiografías debido a algún otro problema. Una neumonía que dure más de dos meses puede indicar la presencia de un cáncer de pulmón y requiere de la realización de más exámenes. Los síntomas tardíos del cáncer de pulmón por lo general se deben a que éste se ha extendido a otras partes del cuerpo (metástasis). Estos síntomas pueden incluir dolor en el pecho o los hombros, pérdida de peso inexplicable, dolor en los huesos, ronquera, dolores de cabeza, convulsiones e hinchazón de la cara o el cuello. El cáncer de pulmón generalmente es mortal, salvo por la minoría de pacientes que se diagnostican en las primeras etapas.
Otras terapias
Entre los medicamentos de quimioterapia que se administran para
tratar el cáncer de pulmón están cyclophosphamide (Cytoxan®), doxorubicin (Adriamycin®) y
cisplatin (Platinol®). A veces se prescriben también tratamientos para fortalecer el sistema
inmunológico, incluyendo Bacillus Calmette-Guerin (BCG) y levamisole hydrochloride (Ergamisol®).
En sus primeras etapas, el cáncer pulmonar se trata con cirugía, a menudo acompañada por radiación y
quimioterapia. En etapas más avanzadas también puede usarse la quimioterapia y la cirugía, aunque es poco probable
que esta última logre curar la enfermedad.
Sugerencias para una vida saludable
Tabaquismo: Fumar se reconoce universalmente como la principal causa del cáncer de pulmón. Dejar
de fumar es, con mucho, la manera más importante de reducir el riesgo de padecer cáncer pulmonar.
Fumadores pasivos: Muchos estudios han demostrado que la exposición pasiva al humo del
cigarro de los fumadores aumenta considerablemente el riesgo de sufrir de cáncer de pulmón.
Inhalación de otros contaminantes: La inhalación de los gases resultantes de la combustión del diesel,
chapopote y alquitrán, dioxinas, arsénico, cromo, cadmio y compuestos de níquel también incrementa el riesgo de cáncer de pulmón. La exposición al
asbesto también se ha relacionado con un incremento en el riesgo de padecer este tipo de cáncer.
Exposición al radón: Se ha informado que el radón contribuye a aumentar el riesgo de contraer cáncer
de pulmón en la población en general. El radón, una sustancia natural radiactiva, puede filtrarse a los sótanos desde el suelo
circundante. La exposición también puede presentarse en los sistemas de agua de las casas, en particular cuando la gente toma duchas.
Suplementos útiles
Selenio: En un estudio doble ciego, 1,312
estadounidenses con antecedentes de cáncer de piel se trataron con 200 µg al dia de selenio
derivado de levadura o un placebo durante cuatro años y medio, y luego durante dos años adicionales. Aunque no se presentó una disminución en el cáncer de piel, sí se observó una
reducción importante del 50% en las muertes generales causadas por cáncer y una reducción del 37% en la
incidencia total de cáncer. También se presentó una disminución de 46% en la incidencia del cáncer de pulmón y de 53% en las muertes por esta causa.
Vitamina E: Los niveles relativamente elevados de vitamina E
en la sangre y en la dieta se han relacionado con una reducción en el riesgo de padecer cáncer de pulmón. En un estudio preliminar, los no
fumadores que tomaron suplementos de vitamina E tuvieron una reducción de 45% en el riesgo
de padecer cáncer de pulmón, en comparación con los no fumadores que no tomaron el suplemento. Aunque un estudio doble ciego informó que los suplementos de vitamina E no
tuvieron efecto sobre el riesgo de padecer cáncer de pulmón, las dosis que se usaron fueron de aprox. 50 UI
diarias, posiblemente demasiado bajas para tener un efecto significativo.
Hongo nube (Coriolus versicolor): El polisacaropeptido (PSP) y el krestín polisacárido
(PSK), ambos extractos del hongo nube, se han estudiado en pruebas preliminares y doble ciego y han mostrado ser benéficos
para prolongar la vida de pacientes con diversos tipos de cáncer, incluyendo el de pulmón. El PSP y el PSK no
están disponibles en Estados Unidos. No se sabe si los productos del Coriolus extraídos con agua caliente
y disponibles en Estados Unidos sean equivalentes a los productos que se usan ampliamente en Japón en
la investigación contra el cáncer. La cantidad usada en la mayor parte de los estudios fue de 3 gramos al día.
Una dieta más sana puede manejar mejor los síntomas de muchas enfermedades y encima aumentar la calidad de la vida en general. Con respecto a esta condición, los científicos han comprobado que comer más sano puede aliviar sus síntomas.
Frutas y verduras: La mayor parte de los estudios sugieren que conforme se incrementa el consumo
de frutas y verduras, se reduce el riesgo de padecer cáncer de pulmón. Los flavonoides se encuentran
prácticamente en todo tipo de frutas y verduras. Las cebollas y las manzanas contienen grandes cantidades de un flavonoide llamado
quercetina. El consumo de flavonoides en general, o de alimentos que contengan quercetina en
particular, se ha asociado con un menor riesgo de padecer cáncer de pulmón en algunos informes preliminares, pero no en todos. Los investigadores concuerdan en que las
personas que consumen frutas y verduras amarillas y anaranjadas, buenas fuentes de alfa caroteno y beta caroteno, están en menor riesgo de padecer cáncer de pulmón. Empero,
las pruebas doble ciego han mostrado que cuando los no fumadores toman suplementos con beta caroteno
sintético, su riesgo de padecer cáncer pulmonar no se reduce, y cuando los fumadores lo
toman, su riesgo, de hecho, se incrementa. Estos descubrimientos sugieren que el beta caroteno podría no ser responsable
del bajo riesgo de cáncer de pulmón que se encuentra en personas que comen alimentos ricos en caroteno.
Tomates: Los tomates contienen licopeno, un antioxidante
con una estructura similar al beta caroteno. En pruebas de laboratorio se
encontró que el licopeno inhibe la proliferación de las células cancerosas. Una revisión de las investigaciones
publicadas encontró que consumir más tomates o tener niveles más elevados de licopeno en la sangre se asoció
con un menor riesgo de cáncer en 57 de 72 estudios. La evidencia de un efecto protector del consumo de tomate fue más contundente en algunos tipos
de cáncer, incluyendo el cáncer pulmonar.
Carne y grasas saturadas: El consumo de carnes rojas fritas o bien cocidas se asoció con
un riesgo elevado de cáncer de pulmón en una de las investigaciones. En otro estudio, el consumo de carnes rojas en general, al
igual que la carne frita en particular, se relacionó con un riesgo más elevado de contraer cáncer de pulmón. De acuerdo con un estudio preliminar,
quienes cocinan con grasa tomada de la carne (como la grasa del tocino y la manteca) también se
encuentran en un mayor riesgo de padecer cáncer de pulmón. Algunos estudios preliminares, pero no todos, señalan que el consumo de grasa
saturada, tanto de la carne como de productos lácteos, se relaciona con el riesgo de padecer cáncer de pulmón, incluso entre no fumadores.
Colesterol en la dieta: La mayoría de los estudios, aunque no todos,
han informado que conforme el colesterol en la dieta se incrementa, también lo hace el riesgo de padecer cáncer de pulmón.
Pescado: Se ha informado que quienes consumen pescado tienen un riesgo menor de contraer varios
tipos de cáncer, entre ellos el de pulmón.
Azúcar: Los estudios preliminares han informado de una relación entre el incremento en el
consumo de azúcar o de alimentos que la contienen y un mayor riesgo de sufrir de varios tipos de cáncer, entre ellos el de pulmón.
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