La mayoría del beta caroteno que se administra como suplemento es sintético y contiene una sola molécula, llamada todo trans beta caroteno. El beta caroteno que contienen los alimentos está formado por dos moléculas: el todo trans beta caroteno y el 9-cis beta caroteno, aunque la proporción de uno y otro varía de una fuente a otra.

Inicialmente, los investigadores no observaron ninguna diferencia significativa entre el beta caroteno natural y el sintético. Esta opinión empezó a cuestionarse cuando se observó que la relación entre el consumo de alimentos con beta caroteno (totalmente natural) y la prevención del cáncer de pulmón no se producía en los estudios con los comprimidos sintéticos. En los fumadores, el beta caroteno sintético aumentaba aparentemente el riesgo de desarrollar cáncer de pulmón, según los resultados de un estudio doble ciego.

Es posible que el beta caroteno natural tenga una actividad distinta a la de la forma sintética. Por ejemplo, la forma natural tiene un efecto antioxidante que no se ha observado en animales ni en el hombre con la forma sintética. Asimismo, en un estudio, se observó que el tejido precanceroso volvía a su estado normal con la administración de suplementos de beta caroteno natural, pero no con los suplementos sintéticos.

Cada vez más, los médicos recomiendan a la gente utilizar únicamente beta caroteno natural. Sin embargo, no existen estudios que investiguen si el efecto adverso del beta caroteno sintético en los fumadores se produce también con los suplementos de beta caroteno natural. Mientras no se disponga de más información, los fumadores deben evitar el uso de cualquier suplemento de beta caroteno y, en general, todo el mundo debe evitar el uso de beta caroteno sintético.

En los suplementos, la forma natural se puede identificar porque la etiqueta indica: “de D. salina”, “de algas”, “de aceite de palma” o “beta caroteno natural”. La forma sintética se identifica simplemente como “beta-caroteno”.