Los trastornos de la alimentación son problemas complejos en los que intervienen factores psicológicos y deficiencias nutricionales. El término trastornos alimentarios incluye anorexia nerviosa, bulimia y trastorno alimentario compulsivo con atracones.
[1 star] | 5-Hidroxitriptofano |
|
Las personas con trastornos alimentarios pueden estar preocupadas por su peso y por la comida, sentir ansiedad sobre su imagen corporal o sentir que pierden el control de cuánto comen. También pueden ejercitarse compulsivamente y, en las mujeres, experimentar la falta de algunos periodos menstruales. También suelen usar con frecuencia laxantes, pastillas para bajar de peso y medicamentos diseñados para inducir el vómito o reducir la retención de líquidos.
Los medicamentos de venta con receta que se emplean para combatir la bulimia incluyen los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina, como fluoxetine (Prozac®), paroxetine (Paxil®), sertraline (Zoloft®), venlafaxine (Effexor®) y fluvoxamine (Luvox®), además de antidepresivos tricíclicos como amitriptyline (Elavil®), desipramine (Norpramin®) e imipramine (Tofranil®). A las personas con anorexia nerviosa se les receta en ocasiones el antihistamínico cyproheptadine (Periactin®) para estimularles el apetito.
El tratamiento para los trastornos alimentarios incluye apoyo psicológico, como terapias cognitiva del comportamiento, interpersonal, psicodinámica y familiar.
Ejercicio: Aunque el ejercicio regular y el ejercicio moderado ofrecen importantes beneficios a la salud, en muchas personas el ejercicio excesivo es un componente importante de los trastornos de la alimentación, en especial de la anorexia nerviosa. Para las personas con este tipo de problema es importante establecer y mantener hábitos de ejercicio saludables; estos pacientes deben consultar a un profesional de la salud que tenga experiencia con este tipo de trastorno.
Apoyo psicológico: Muchos estudios preliminares y controlados han demostrado que las técnicas de psicoterapia conocidas como terapia cognitiva del comportamiento y psicoterapia interpersonal son efectivas para reducir los síntomas de la bulimia y del trastorno alimentario compulsivo.
Suplementos de multivitaminas y minerales: Las personas con trastornos alimentarios que restringen su ingestión de comida están en riesgo de sufrir deficiencias de varios nutrientes, incluyendo proteínas, calcio, hierro, riboflavina, niacina, ácido fólico, vitamina A, vitamina C, vitamina B6 y ácidos grasos esenciales. Una fórmula general de vitaminas y minerales múltiples puede reducir los efectos negativos que tienen estas deficiencias sobre la salud.
Zinc (para anorexia): De 15 a 30 mg de zinc tres veces al día.
Apoyo psicológico: El cambio más importante en la dieta de una personas con un trastorno de la alimentación es consumir una cantidad suficiente de calorías sin purgarse. Para lograrlo, la mayoría de los pacientes necesitan asesoría psicológica y nutricional.
Dieta restringida: Una dieta sin alcohol, cafeína, azúcar refinada y alimentos que contengan harina blanca, sal, glutamato monosódico y sustancias para realzar el sabor, además de un suplemento con algunas vitaminas y minerales, evitó los atracones en diez mujeres bulímicas, mientras que en otras diez que consumieron una dieta normal siguió presentándose el problema. Cuando a las mujeres que habían estado comiendo normalmente se les dio una dieta más saludable, también ellas dejaron de darse atracones. Las 20 mujeres siguieron sin este problema durante más de dos años y medio.
Copyright © 2025 TraceGains, Inc. Todos derechos reservados.
Aprenda más acerca de TraceGains, la compañía.
Aprenda más acerca de los autores de los productos de TraceGains.
La información que se presenta en TraceGains no pretende nada más que informarle al consumidor con resultados interpretados de estudios científicos. A pesar de basarse en la investigación científica (humana, animal o in vitro), en la experiencia clínica o en la observación de su aplicación en el uso tradicional, la información que se presenta en TraceGains y que se cita en cada artículo no pretende nada más que informarle al público. Además, es posible que no se logren los resultados presentados en todos los individuos. Enfermedades con peligro para la vida requieren tratamiento por prescripción facultativa y no se recomienda que intente curarlas sin que vigile un médico. Con respecto a muchas de las enfermedades discutidas, están disponibles medicamentos con y sin receta médica. Consúltese con su médico y/o farmacéutico para discutir cualquier problema de salud y siempre antes de utilizar cualquier suplemento o efectuar cualquier cambio con respecto a los medicamentos recetados que se toma. Esta información es válida hasta finales de Diciembre del 2025.