La bardana es originaria de Asia y Europa. La raíz es la fuente principal de muchas preparaciones de uso medicinal. La raíz se ablanda mucho al masticarla y tiene un sabor dulce, con una textura mucilaginosa (pegajosa).
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La raíz de bardana tiene grandes cantidades de inulina y mucílago, que pueden tener un efecto calmante sobre el tracto gastrointestinal. Los componentes amargos de la raíz también pueden explicar el uso tradicional de la bardana para mejorar la digestión. En estudios en animales, se demostró que la bardana reduce el daño hepático. Esto no se ha confirmado en los estudios en humanos.
La bardana contiene poliacetilenos, que se sabe que tienen actividad antimicrobiana. Sin embargo, la raíz contiene cantidades insignificantes de estos compuestos. La raíz y el fruto de la bardana pueden reducir ligeramente los niveles de azúcar en sangre. Aunque los estudios in vitro y en animales indican cierta actividad antitumoral de la raíz de bardana, estos resultados no se han obtenido en humanos. Varios estudios en animales e in vitro indican que algunos componentes desconocidos de la raíz o las semillas de bardana pueden tener un efecto anti inflamatorio e inhibir el factor de activación de las plaquetas, una sustancia química con una gran potencia para producir inflamación.
Los especialistas en herbolaria recomiendan tomar de 2 a 4 ml de tintura de raíz de bardana al día.
En el caso de la raíz seca en cápsulas, la cantidad más utilizada es 1 a 2 gramos tres veces al día.
Muchas preparaciones de hierbas combinan la raíz de bardana con otras hierbas que “limpian la sangre”, como la lengua de vaca, el trébol rojo o la presera.
El uso de la bardana en las cantidades antes mencionadas suele ser seguro. Sin embargo, las personas con niveles bajos de azúcar en sangre (hipoglicemia) deben tener cuidado al usar la bardana, ya que puede empeorar su estado.
La raíz de bardana se ha adulterado con belladona, una hierba venenosa que puede tener efectos secundarios peligrosos. Se recomienda comprar únicamente bardana de fabricantes que realizan pruebas cuidadosas de sus productos para evitar su adulteración.
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