El hongo reishi crece silvestre sobre los troncos caídos y cortados de las provincias costeras de China. El cuerpo fructífero del hongo se usa con fines medicinales. El reishi puede tener seis colores distintos, pero la variedad más usada y la que se cultiva comercialmente en Norteamérica, China, Taiwán, Japón y Corea es la roja.
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El reishi contiene varios componentes, como esteroles, cumarina, polisacáridos y triterpenoides llamados ácidos ganodéricos. Los ácidos ganodéricos pueden reducir la presión arterial y los niveles de lipoproteína de baja densidad (la LDL o “colesterol malo”). Estos triterpenoides específicos también reducen capacidad de formar agregados de las plaquetas de la sangre, un factor importante para reducir el riesgo de enfermedad de la arteria coronaria. Se cree que los polisacáridos complejos del reishi, como los que se encuentran en otros hongos y en algunas hierbas, potencian el sistema inmunológico.
Se pueden tomar de 1.5 a 9 gramos al día del hongo crudo seco, o 1 a 1.5 gramos al día de reishi en polvo.
Los efectos secundarios del reishi incluyen mareos, sequedad de boca y de garganta, sangrado nasal y molestias abdominales; estos efectos raros puede aparecer con un uso continuo durante tres a seis meses.
Como puede aumentar el tiempo de sangrado, no se recomienda el uso del reishi a las personas que toman anticoagulantes.
Las mujeres embarazadas y en periodo de lactancia deben consultar a un médico antes de tomar reishi.
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