Enfermedad de Wilson
Informacíon sobre esta condición
La enfermedad de Wilson es un trastorno genético que causa una acumulación excesiva de cobre en muchas partes del cuerpo, en especial en el hígado.
Suplementos útiles
- Datos científicos fiables y relativamente consistentes que le muestran un benificio considerable a la salud.
- Estudios contradictorios, insuficientes o preliminarios que meramente le sugieren o que le benifician poco a la salud.
- Para el uso de hierbas con entre muy poca hasta ninguna aprobación científica, pero apoyado por uso tradicional.
 [3 stars] | Zinc |
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Síntomas
La enfermedad de Wilson en sus principios es asintomática y sus primeros síntomas son fatiga, ausencia de menstruación en mujeres premenopáusicas o abortos espontáneos repetidos e inexplicables. En etapas más avanzadas pueden presentarse dolores de cabeza, temblores, falta de coordinación en los movimientos de las extremidades, marcha vacilante, escurrimiento de saliva, dificultad para tragar y dolor en las articulaciones. También pueden presentarse patrones de pensamiento y comportamientos extraños.
Otras terapias
Pueden adquirirse sin receta suplementos de zinc que pueden utilizarse en algunas ocasiones, pero nunca en combinación con los medicamentos que se hayan recetado para tratar la enfermedad de Wilson, debido a las interacciones.
Por lo general se utiliza el medicamento de venta con receta trientine (Syprine®) para eliminar el exceso de cobre. También se utiliza penicillamine por vía oral (Depen®), junto con vitamina B6 para evitar una deficiencia de esta última.
Los profesionales de la salud también recomiendan una dieta baja en cobre.
Suplementos útiles
Zinc (50 mg tres veces al día): El zinc es bien conocido por su habilidad para reducir la absorción de cobre y se ha usado con éxito para tratar a pacientes con enfermedad de Wilson en pruebas que han durado siete años o más. Los investigadores consideran que el zinc es "un tratamiento sorprendentemente eficaz y no tóxico para tratar la enfermedad de Wilson". La Administración de Drogas y Alimentos (FDA) aprobó el uso del zinc para tratar la enfermedad de Wilson como terapia de mantenimiento.
El zinc se ha usado para mantener normales los niveles de cobre y evitar que se eleven en pacientes con este problema que respondieron al tratamiento con medicamentos de prescripción. Una dosis de 50 mg de zinc tres veces al día se ha utilizado para este tipo de terapia de mantenimiento, aunque algunos investigadores han empleado la misma cantidad de zinc con éxito en personas con enfermedad de Wilson que no habían recibido tratamiento alguno (con niveles de cobre elevados).
La terapia de mantenimiento a largo plazo con zinc ha resultado ser muy efectiva en pacientes con enfermedad de Wilson. Prácticamente ninguno de los pacientes con esta enfermedad que tomaron zinc (50 mg tres veces al día) durante una mediana de 4.5 años mostró ningún avance en los trastornos hepáticos que acompañan a la enfermedad de Wilson.
El zinc es tan eficaz para reducir la carga de cobre del cuerpo que se informó de deficiencias en un individuo con enfermedad de Wilson que consumía demasiado zinc (480 mg al día). Sin embargo, el zinc no es útil para todos los pacientes con enfermedad de Wilson. A veces puede presentarse un incremento en los niveles de cobre en el hígado después de recibir el suplemento de zinc, aunque los principales investigadores consideran que este incremento es temporal y no es dañino. El manejo de la enfermedad de Wilson con zinc debe llevarse a cabo bajo la supervisión de un médico.
Una dieta más sana puede manejar mejor los síntomas de muchas enfermedades y encima aumentar la calidad de la vida en general. Con respecto a esta condición, los científicos han comprobado que comer más sano puede aliviar sus síntomas.
Cobre: La mayor parte de los alimentos contienen al menos un poco de cobre, así que no es posible evitar el metal por completo. Los alimentos ricos en cobre, como las vísceras de animales y las ostras, deben eliminarse de la dieta. Algunos alimentos son relativamente altos en cobre, pero muy nutritivos (como las nueces y las leguminosas), y los pacientes con esta enfermedad deben consumirlos con moderación. Los cereales contienen cantidades significativas de cobre, pero son componentes importantes de una dieta saludable y restringirlos en la dieta pudiera no ser ni saludable ni necesario, en particular si se toma un suplemento de zinc.
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