El castaño de Indias es un árbol originario de Asia y el norte de Grecia, pero en la actualidad se cultiva en muchas zonas de Europa y Norteamérica. El árbol produce frutos que tienen una cápsula espinosa y una a tres semillas de gran tamaño, parecidas a las castañas. Tradicionalmente, se usaban muchas de las partes aéreas de este árbol, incluidas las semillas, las hojas y la corteza, en preparaciones medicinales. Los extractos de castaño de Indias se preparan generalmente con las semillas, que tienen un alto contenido del componente activo aescina (o escina).
[3 stars] | Insuficiencia Venosa Crónica |
[2 stars] | Cicatrización de Heridas |
[2 stars] | Esguinces y Desgarros |
[2 stars] | Hemorroides |
[1 star] | Edema |
[1 star] | Várices |
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Los extractos de las semillas son la fuente de una saponina conocida como aescina, que se ha demostrado que favorece la circulación sanguínea. La aescina promueve el tono muscular normal en la pared de las venas, favoreciendo así el retorno de la sangre al corazón. Esto ha hecho que el uso tópico e interno de los extractos de castaño de Indias se haya popularizado en Europa para el tratamiento de la insuficiencia venosa crónica y de las venas varicosas. La aescina también tiene propiedades anti inflamatorias y se ha demostrado que reduce el edema (acumulación de líquidos) después de un golpe, especialmente en lesiones deportivas, cirugía y golpes en la cabeza.
Las hojas del castaño de Indias se han usado tradicionalmente como remedio para la tos y para bajar la fiebre. También se pensaba que reducían el dolor y la inflamación de la artritis y el reumatismo. Se usaban cataplasmas de las semillas de forma tópica para tratar las úlceras de la piel y el cáncer de piel. Otros usos eran la aplicación interna y externa para problemas de circulación venosa, como venas varicosas y hemorroides. La preparación tópica se usaba también para tratar la flebitis.
La forma preferida en la actualidad son los extractos de semillas de castaño de Indias, con un contenido estandarizado de aescina (16 a 20%) o las preparaciones de aescina aislada. La cantidad recomendada típica es 300 mg (que proporcionan aproximadamente 50 mg de aescina) dos o tres veces al día.
Para uso externo, se puede aplicar tópicamente un gel o una crema que contengan 2% de aescina sobre la zona afectada, tres o cuatro veces al día.
Tradicionalmente, se usaban 0.2 a 1.0 gramo al día de las semillas secas, pero su uso ya no se recomienda. Se pueden tomar 1 a 4 ml de tintura tres veces al día, aunque no está claro si de esta manera se puede absorber una cantidad significativa de aescina.
Para las hemorroides y las várices, el castaño de Indias se combina con frecuencia con hamamelis (Hamamelis virginiana).
El uso interno de los extractos de castaño de Indias con un contenido estandarizado de aescina, en las cantidades recomendadas, es generalmente seguro. Sin embargo, en casos raros, su consumo puede causar picor, náuseas y molestias estomacales.
La administración intravenosa de aescina a personas con problemas renales puede empeorar la función renal y causar la muerte, pero si se administra a personas con riñones sanos, parece ser segura. Cuando se toman como se indicó anteriormente, los productos de castaño de Indias administrados por vía oral no se han asociado con daños renales.
No existen motivos conocidos para evitar el uso del castaño de Indias durante el embarazo, aunque es mejor no tomarlo a menos que un médico lo recomiende.
Por vía tópica, el castaño de Indias se ha asociado con casos raros de reacciones cutáneas.
Los problemas circulatorios y los golpes que producen hinchazón pueden indicar un problema grave; por lo tanto, se debe consultar a un profesional sanitario antes de automedicarse con castaño de Indias.
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