Las calabazas y calabacitas son originarias de Norteamérica y América Central, pero en la actualidad se cultivan en todo el mundo. Principalmente se usan las semillas con fines medicinales. Las flores amarillas de la calabaza también se usan tradicionalmente como medicina.
[2 stars] | Hiperplasia Prostática Benigna |
[1 star] | Cálculos Renales |
[1 star] | Depresión |
[1 star] | Parásitos |
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Las pepitas de calabaza contienen varios grupos importantes de compuestos activos: ácidos grasos esenciales, aminoácidos, fitoesteroles (como el beta-sitosterol), minerales y vitaminas. Los estudios sobre ácidos grasos similares a los de la calabaza, pero obtenidos de otras fuentes, indican que tienen efectos desinflamatorios y ayudan a reducir los niveles de grasas en la sangre.
Hay estudios que indican que las pepitas de calabaza tienen efectos benéficos sobre la próstata. Algunos investigadores piensan que el contenido de zinc, ácidos grasos y fitoesteroles de las pepitas de calabaza puede ser el responsable de este efecto, pero no se ha confirmado. También se piensa que las semillas de calabaza reducen los niveles de las sustancias que favorecen la formación de cálculos en la orina y aumentan los niveles de otras sustancias que inhiben la formación de cálculos.
En estudios in vitro, se observó que la curcurbitina tiene efectos antiparasitarios.
Los extractos de aceite de pepitas de calabaza con un contenido estandarizado de ácidos grasos se han usado en estudios sobre la BPH en cantidades de 160 mg tres veces al día, con las comidas.
Se pueden necesitar aproximadamente 5 a 10 gramos al día de pepitas de calabaza para prevenir los cálculos renales.
Como tratamiento para los parásitos, se muelen 200 a 400 gramos y se toman con leche y miel, seguidos por aceite de ricino dos horas después. Este tratamiento no debe utilizarse a menos que sea bajo supervisión médica.
Fuera de molestias estomacales en raras ocasiones, no se han descrito efectos adversos con las pepitas de calabaza.
En estudios en animales, se demostró que la administración de pepitas de calabaza durante más de cuatro semanas era segura.
El uso de pepitas de calabaza durante el embarazo y la lactancia se considera seguro.
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