El sistema inmunológico es una intrincada red de tejidos, órganos, células y químicos especializados. Los nódulos linfáticos, el bazo, la médula ósea, la glándula timo y las amígdalas juegan todos un papel, al igual que los linfocitos (glóbulos blancos en la sangre), los anticuerpos y el interferón.
[3 stars] | Andrographis |
[3 stars] | Vitamina E |
[2 stars] | Ashwagandha |
[2 stars] | Beta Caroteno |
[2 stars] | Eleutero |
[2 stars] | Equinácea |
[2 stars] | Extractos de Timo |
[2 stars] | Ginseng Asiático |
[2 stars] | Glutamina |
[2 stars] | Probióticos |
[2 stars] | Selenio |
[2 stars] | Vitamina A |
[2 stars] | Vitamina C |
[1 star] | Aligustre |
[1 star] | Astrágalo |
[1 star] | Beta Glucano |
[1 star] | Dehidroepiandrosterona |
[1 star] | Fo-ti |
[1 star] | Licopeno |
[1 star] | Maitake |
[1 star] | Noni |
[1 star] | Proteína del Suero de la Leche |
[1 star] | Té Verde |
[1 star] | Uña de Gato |
[1 star] | Vitamina B12 |
[1 star] | Zinc |
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Los síntomas de una disminución en la función inmunológica incluyen resfriados y gripes frecuentes, infecciones parasitarias recurrentes, infecciones leves que se vuelven graves, infecciones oportunistas (causadas por microorganismos que por lo general están bien controlados por un sistema inmunológico saludable, como toxoplasmosis, criptococosis, y citomegalovirus) y cáncer.
La terapia con medicamentos que requieren receta incluye antibióticos preventivos y medicamentos que refuerzan al sistema inmunológico, como interferon (Roferon-A®, IntronA, Infergen®) e interleukin (Proleukin®).
El tratamiento para la disminución en la función inmunológica incluye vacunas contra la gripe, los pneumococos (causantes de cierto tipo de neumonía), la hepatitis, el tétanos y otras infecciones, junto con precauciones para reducir el riesgo de exposición a agentes infecciosos.
Peso: Tanto la delgadez excesiva como la obesidad están asociadas con una respuesta inmunológica deteriorada. La obesidad aumenta el riesgo de infecciones, al menos en pacientes hospitalizados, según las investigaciones preliminares.
Ejercicio: La actividad física regular moderada tiene efectos positivos sobre algunas medidas de la función inmunológica, y se ha mostrado que reduce el riesgo de infecciones en el tracto respiratorio alto. Sin embargo, el ejercicio muy intenso y prolongado, como correr una maratón o entrenar de manera excesiva puede, en el corto plazo, aumentar el riesgo de desarrollar infecciones.
Técnicas de disminución del estrés: Aunque el sistema inmunológico se suprime en periodos de estrés, una nutrición adecuada podría ayudar a mantener fuerte el sistema inmunológico y a combatir los efectos dañinos del estrés. El estrés mental y emocional crónico puede reducir la función inmunológica, pero no se sabe con certeza si este efecto es suficiente para incrementar el riesgo de infecciones o cáncer. Sin embargo, se ha observado que la función inmunológica mejora cuando se utilizan técnicas de reducción del estrés como ejercicios de relajación, bio-retroalimentación y otras técnicas, aunque no en todos los estudios se ha encontrado un efecto significativo.
Andrographis - 48 a 60 mg de andrografolidos en dos a tres dosis separadas al día - La andrographis, con sus acciones para la mejora del sistema inmunológico, ha mostrado reducir la severidad del resfriado común y puede prevenir la aparición de un resfriado en personas saludables.
Ashwagandha - 3 a 6 gramos al día de raíces secas en forma de té o en una cápsula - El ginseng indio (ashwagandha) estimula el sistema inmunológico y se considera como un tónico o adaptógeno, una hierba con múltiples acciones que contrarresta los efectos del estrés y en general promueve el bienestar.
Ginseng Asiático - 100 mg de extracto estandarizado dos veces al día - El ginseng asiático tiene una larga historia de uso en la medicina tradicional para la prevención y tratamiento de condiciones relacionadas con el sistema inmunológico.
Beta-Caroteno - 25,000 a 100,000 IU al día para no fumadores únicamente - El betacaroteno ha mostrado que aumenta el número y la actividad de las células inmunológicas. También ha mostrado mejorar las funciones inmunológicas de lucha contra el cáncer en personas saludables.
Echinacea - 3 a 5 ml de extracto líquido tres veces al día - Los estudios han mostrado que la equinácea estimula la función de una variedad de células inmunitarias, en particular las células naturales que eliminan los gérmenes. Parece que tomarla acelera la recuperación del resfriado común.
Eleutero - 10 ml de tintura tres veces al día - El eleutero se ha usado históricamente para apoyar al sistema inmunológico.
Probióticos - 10 mil millones de unidades formadoras de colonias al día de acidófilos o de bifidobacterias, únicamente para infecciones intestinales - Los probióticos ayudan a estimular el sistema inmunológico del intestino y frenan el crecimiento de organismos infecciosos.
Extracto de Timo - 1 a 1.5 mg de polipéptidos de timo por cada 2.2 libras de peso corporal - La glándula timo es responsable de muchas funciones del sistema inmunológico. El extracto de timo conocido como Thymomodulin ha mostrado mejorar la función inmunológica en algunas personas.
Vitamina A - Consulte con un profesional de la salud calificado - La vitamina A juega un importante papel en la función del sistema inmunológico y ayuda a las membranas mucosas, incluidas las de los pulmones, a resistir la invasión de microorganismos.
Vitamina C - Consulte con un profesional de la salud calificado - La vitamina C estimula el sistema inmunológico. Mientras que tomarla tiene solo un pequeño efecto en la prevención de los resfriados, reduce significativamente la duración del resfriado cuando se toma cuando éste se presenta.
Astrágalo - Refiérase a instrucciones de la etiqueta - Los polisacáridos complejos en el astrágalo afectan el sistema inmunológico. Un estudio mostró que el astrágalo elevó los niveles de anticuerpos en personas saludables.
Uña del Gato -Refiérase a instrucciones de la etiqueta - Las sustancias halladas en la uña del gato, llamadas alcaloides oxindoles, han mostrado que estimulan el sistema inmunológico.
Cordyceps - Refiérase a instrucciones de la etiqueta - El cordyceps tiene acciones inmunofortificantes y puede ser útil en un amplio rango de condiciones en las cuales el sistema inmunológico está debilitado.
DHEA -Refiérase a instrucciones de la etiqueta - El suplemento de la hormona DHEA puede mejorar el funcionamiento inmunológico.
Fo-ti -Refiérase a instrucciones de la etiqueta - La investigación preliminar sugiere que el fo-ti juega un papel en un sistema inmunológico fuerte y tiene acción antibacterial.
Té Verde -Refiérase a instrucciones de la etiqueta - El té verde ha estimulado la producción de células inmunológicas y ha mostrado propiedades antibacteriales en algunos estudios.
Ligustro - Refiérase a instrucciones de la etiqueta - El ligustro parece estimular el sistema inmunológico y se combina a menudo con el astrágalo en la medicina tradicional china.
Licopeno - Refiérase a instrucciones de la etiqueta - Grandes cantidades de licopeno carotenoide han mostrado que aumentan en los ancianos la actividad de las células naturales que eliminan gérmenes
Maitake -Refiérase a instrucciones de la etiqueta - Los polisacáridos complejos presentes en el maitake parecen aumentar la función inmunológica.
Noni -Refiérase a instrucciones de la etiqueta - Estudios muestran que el noni tiene alguna actividad para mejorar la inmunidad.
Vitamina B12 -Refiérase a instrucciones de la etiqueta - Una deficiencia de vitamina B12 se ha asociado con una disminución de la función inmunológica. Restablecer los niveles de vitamina B12 puede mejorar los niveles de células inmunológicas.
Proteína del Suero- Refiérase a instrucciones de la etiqueta - La proteína del suero de la leche parece mejorar algunos aspectos de la función inmunológica. Un estudio mostró que la proteína del suero de la leche aumentó los niveles de glutatión en sangre en un grupo de personas infectadas con VIH.
Zinc -Refiérase a instrucciones de la etiqueta - Se ha informado que los suplementos de zinc aumentan la función inmunológica. Algunos médicos recomiendan suplementos de zinc para las personas con infecciones recurrentes.
Andrographis (Andrographis paniculata): En un estudio doble ciego se demostró que la andrographis redujo con éxito la severidad del resfriado común. Un estudio preliminar sugiere además que podría evitar el inicio de un resfriado en personas sanas. Se considera que estos efectos se deben a una mejora en la acción del sistema inmunológico debido a los componentes conocidos como andrografólidos.
Ashwagandha (Withania somnifera): La ashwagandha se considera como un estimulante general del sistema inmunológico y se le conoce como un tónico o adaptógeno, una hierba con múltiples acciones generales que contrarrestan los efectos del estrés y promueven la salud. Para evaluar mejor estas afirmaciones es necesario realizar más estudios.
Ginseng asiático (Panax ginseng) (100 mg de extracto estandarizado dos veces al día): Un estudio doble ciego encontró que tomar 100 mg de extracto estandarizado de ginseng asiático dos veces al día mejoró la función inmunológica.
Equinácea (Echinacea purpurea, E. angustifolia, E. pallida) (De 3 a 5 ml de tintura, tres veces al día, o 300 mg en cápsulas, tres veces al día): La evaluación de los resultados de los estudios sugiere que la equinácea acelera la recuperación del resfriado común, aparentemente a través de la estimulación inmunológica. La equinácea sólo debe usarse durante periodos cortos y no para la prevención del resfriado.
Eleutero: El eleutero, o ginseng siberiano, también se ha usado tradicionalmente para reforzar al sistema inmunológico. Una investigación preliminar rusa apoyó este uso tradicional. En un estudio doble ciego se observó que las personas saludables que tomaron 10 ml de tintura de eleutero tres veces al día tuvieron un incremento en ciertos linfocitos T importantes para el funcionamiento inmunológico normal. No se han estudiado estos efectos en personas con la función inmunológica debilitada. Aunque la dosis de eleutero que se usó en esta prueba fue excepcionalmente alta, no se observaron efectos colaterales.
Elija las grasas de manera prudente: Opte por grasas monoinsaturadas, tales como el aceite de oliva, sobre otras clases de grasas para asegurar una función inmunitaria óptima.
Reduzca el azúcar: Todas las formas de azúcar (incluida la miel) interfieren con la capacidad de los glóbulos blancos para destruir bacterias, por lo tanto, reducir su consumo es una forma de darle un impulso a su sistema inmunológico.
Consuma yogurt: Muchos estudios han mostrado efectos inmunoestimulantes en el yogurt que contiene cultivos vivos, tales como el Lactobacillus acidophilus y otras bacterias amigables (probióticos).
Evite sobrepasarse con el alcohol: Limite la ingesta de alcohol para evitar los efectos dañinos sobre su sistema inmunológico.
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