La vitamina C es una vitamina hidrosoluble con varias funciones biológicas.
La ingesta diaria recomendada (IDR) de vitamina C para los adultos no fumadores es de 75 mg al día para las mujeres y 90 mg al día para los hombres. Para los fumadores, la IDR es de 110 mg al día para las mujeres y 125 mg al día para los hombres.
En la mayoría de los estudios clínicos sobre la vitamina C se han estudiado los efectos de 100–1,000 mg al día, no necesariamente con el fin de buscar (o encontrar) la dosis “óptima” en ese intervalo. Para la prevención de la enfermedad cardiaca, puede ser suficiente con 100–200 mg de vitamina C al día. Aunque algunos médicos recomiendan 500–1,000 mg al día o más, se necesitan más estudios para determinar si estas cantidades son realmente necesarias.
Algunos científicos recomiendan a las personas sanas tomar varios gramos de vitamina C para prevenir enfermedades. Sin embargo, hay muy pocos estudios que apoyen esta teoría, que sigue siendo controvertida. Algunas personas que padecen las enfermedades antes indicadas puede obtener beneficios con dosis más altas de vitamina C, pero la investigación al respecto no es concluyente.
En el caso del resfriado común, una revisión de los estudios publicados muestra que una dosis de 2 gramos al día en los niños es más eficaz que 1 gramo al día en el adulto, lo que sugiere que las dosis altas de vitamina C pueden ser más eficaces que las dosis bajas, al menos para esta afección.
Las personas con los siguientes trastornos deben consultar a un médico antes de tomar suplementos de vitamina C: deficiencia de glucosa-6-fosfato deshidrogenasa, sobrecarga de hierro (hemosiderosis o hemocromatosis), antecedentes de cálculos renales o insuficiencia renal.
Algunas personas desarrollan diarrea con sólo unos cuántos gramos de vitamina C al día, mientras que otras pueden tomar 10 veces esta cantidad sin problemas. No existen pruebas científicas sólidas que permitan asegurar un límite superior tolerable para la vitamina C. En una revisión de los estudios existentes se concluyó que las personas sanas toleran bien las dosis altas (2–4 gramos al día). Sin embargo, los niveles altas de vitamina C pueden reducir los niveles de cobre, un nutriente esencial, en el organismo. Las personas que toman dosis altas de vitamina C deben asegurarse de mantener un consumo de cobre adecuado. Muchos suplementos multivitamínicos y de minerales contienen cobre.
La vitamina C aumenta la absorción del hierro.
La vitamina C ayuda a reciclar a la vitamina E, que actúa como antioxidante.
Las personas con los siguientes trastornos deben consultar a un médico antes de tomar suplementos de vitamina C:
* Deficiencia de glucosa-6-fosfato deshidrogenasa
* Sobrecarga de hierro (hemosiderosis o hemocromatosis)
* Insuficiencia renal
Mientras no se disponga de más información, las personas con cálculos renales o antecedentes de formación de cálculos no deben tomar grandes cantidades (más de 1 gramo al día) de vitamina C en suplementos. Las cantidades mucho menores (100–200 mg al día) parecen ser seguras.
A pesar de los posibles efectos terapéuticos de la vitamina C en dosis bajas en los diabéticos, se describió un caso de aumento de los niveles de azúcar en sangre después de tomar 4.5 gramos al día.
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