La vitamina E es un antioxidante que protege a las membranas celulares y a otros elementos liposolubles del organismo, como el colesterol LDL (el colesterol "malo") de posibles daños.
La cantidad de vitamina E recomendada normalmente para un adulto es de 400–800 UI al día.
Algunos investigadores de prestigio recomiendan tomar sólo 100–200 UI al día, ya que los estudios sobre los efectos a largo plazo de distintos niveles de consumo en suplementos no indican ningún beneficio con cantidades superiores. Por otra parte, en los estudios que se indican efectos positivos con 400–800 UI al día no se investigaron los efectos de dosis más bajas.
Para la discinesia tardía, los mejores resultados se obtuvieron con 1,600 UI al día, una cantidad muy grande que debe estar supervisada por un médico.
El aceite de germen de trigo, las nueces y las semillas, los cereales integrales, la yema de huevo y las hortalizas de hoja contienen vitamina E. Algunos aceites vegetales contienen cantidades importantes de vitamina E. Sin embargo, en muchos de los aceites vegetales que se venden en los supermercados se ha eliminado la vitamina E al procesarlos. Las grandes cantidades que aportan los suplementos, con frecuencia de 100 a 800 UI al día, no se pueden obtener sólo de los alimentos.
Los nombres de los distintos tipos de vitamina E comienzan con “d” o “dl”, que hace referencia a diferencias en su estructura química. La forma “d” es la forma natural (también conocida como RRR-alfa tocoferol) y la forma “dl” es la sintética (también conocida como todo-rac-alfa tocoferol). La forma natural es más activa y se absorbe mejor.
La vitamina E natural se puede encontrar como alfa (como en el “d-alfa tocoferol) o en combinación con las formas beta, gama y delta; estas combinaciones se indican con la palabra “mezcla” (como en mezcla de tocoferoles naturales).
Las distintas formas de la vitamina E se indican como “tocoferol” o “tocoferil”, más el nombre del grupo asociado, por ejemplo “tocoferil acetato” o “acetato de tocoferilo”. No hay grandes diferencias entre ambas formas; sin embargo, es posible que el tocoferol se absorba un poco mejor, mientras que el tocoferilo tiene un periodo de validez ligeramente mayor. Ambas formas son activas cuando se administran por vía oral.
La piel absorbe muy lentamente la forma tocoferil; por este motivo, quienes piensen utilizar la vitamina E de forma tópica deben adquirir tocoferol.
La toxicidad por vitamina E es muy rara y los suplementos generalmente se consideran seguros.
La mayoría de los estudios sugieren que el uso de suplementos de vitamina E mejora la tolerancia a la glucosa en los diabéticos; sin embargo, en un estudio se informó que 600 UI al día de vitamina E redujeron la tolerancia a la glucosa en diabéticos obesos. Se desconocen los motivos para esta discrepancia entre los informes.
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